El historiador jamaicano Barela, ha descubierto un "rotulus" de la época de Jesús hijo de Dios, en la que se demuestra que el Mesias fue crucificado como sanción al haber dado positivo más del triple permitido, en un control preventivo rutinario realizado por las autoridades romanas de la época. Al parecer, no es sólo esa la acusación, sinó que además, en la burra que conducía llevaba más pasajeros de los permitidos, para ser más concretos: san Pedro, San Juan, San Blas, y Judas. De hecho, fue precisamente éste último, el que alertó a las autoridades el peligro que suponía para la circulación de la ciudad que el hijo de Dios fuera bebido. Cuenta el mismo "rotulus" que el mismo Jesús alagó a las autoridades "no saben ustedes con quien hablan, soy hijo de un tío importante". Dado la gravedad de los hechos, las autoridades delegaron el caso a los hebreos, que no dudaron en crucificarlo en el Monte de la Calavera.
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